En Venezuela se discute mucho sobre la necesidad de rescatar a los
municipios como entidades político-territoriales que conforman la unidad básica
de la República. Pensamos que ese rescate comienza de manera indefectible con
el ejercicio pleno de la ciudadanía. Al respecto, los ciudadanos debemos
preocuparnos por conocer el marco legal que rige la actividad pública de las
entidades municipales y asumir el ejercicio de nuestros derechos y el
cumplimiento de nuestros deberes.
Por otra parte, la problemática nacional y municipal están unidas de
manera indisoluble y ambas son reflejo del país en sus distintas dimensiones.
Es por ello, que no debe separar de las luchas democráticas la exigencia de condiciones
electorales que se fundamenten en el marco constitucional y en el marco legal y electoral vigente.
Necesitamos gobiernos locales fundamentados en la ética y la moral
administrativa, con auténtica vocación de servicio social y comunitario. Requerimos
de gobiernos locales centrados en el desarrollo económico y social de su
municipio. Que valoricen de manera adecuada la planificación y la gestión
eficiente y eficaz de los ingresos municipales.
Requerimos alcaldes que defiendan los principios y valores democráticos,
con énfasis en los derechos de los ciudadanos y los intereses de la comunidad.
Necesitamos alcaldes comprometidos con la promoción de la excelencia de los
servicios públicos municipales, no solo con el logro de metas sino también con
la rendición de cuentas a las comunidades y vecinos. En síntesis, los alcaldes deben ser ejemplos de ciudadanía y de unos ciudadanos comprometidos con sus municipios y su propia calidad de vida.