domingo, 26 de noviembre de 2017

Elecciones de alcaldes 2017

En Venezuela se discute mucho sobre la necesidad de rescatar a los municipios como entidades político-territoriales que conforman la unidad básica de la República. Pensamos que ese rescate comienza de manera indefectible con el ejercicio pleno de la ciudadanía. Al respecto, los ciudadanos debemos preocuparnos por conocer el marco legal que rige la actividad pública de las entidades municipales y asumir el ejercicio de nuestros derechos y el cumplimiento de nuestros deberes.

Por otra parte, la problemática nacional y municipal están unidas de manera indisoluble y ambas son reflejo del país en sus distintas dimensiones. Es por ello, que no debe separar de las luchas democráticas la exigencia de condiciones electorales que se fundamenten en el marco constitucional y en el marco legal y electoral vigente.

Necesitamos gobiernos locales fundamentados en la ética y la moral administrativa, con auténtica vocación de servicio social y comunitario. Requerimos de gobiernos locales centrados en el desarrollo económico y social de su municipio. Que valoricen de manera adecuada la planificación y la gestión eficiente y eficaz de los ingresos municipales.

Requerimos alcaldes que defiendan los principios y valores democráticos, con énfasis en los derechos de los ciudadanos y los intereses de la comunidad. Necesitamos alcaldes comprometidos con la promoción de la excelencia de los servicios públicos municipales, no solo con el logro de metas sino también con la rendición de cuentas a las comunidades y vecinos. En síntesis, los alcaldes deben ser ejemplos de ciudadanía y de unos ciudadanos comprometidos con sus municipios y su propia calidad de vida.

jueves, 2 de noviembre de 2017

LOGROS Y DESENCUENTROS DEL MOVIMIENTO VECINAL VENEZOLANO


La acción de los vecinos organizados profundizó los medios de participación y democratizó el sistema político.
Desde sus inicios el movimiento vecinal ha contribuido a la organización comunitaria en función de objetivos altruistas y colectivos. El bien común y la solidaridad han marcado su gestión, aunque no siempre bien aplicadas.
La tensión permanente con el Estado, los partidos políticos y otros sectores no siempre ha sido resuelta de manera positiva. En ocasiones los intereses particulares dentro del propio movimiento dificultan el establecimiento de relaciones de cooperación en al sociedad civil y Estado.
La democratización del sistema político (local) mediante las exigencias de personalización y universalización del sufragio y elección directas autoridades locales significaron un avance estratégico en consolidación de la cultura democrática y participativa en el país.

Su localismo y vocación asistencialista  le hizo fácil presa de la cooptación política-partidista durante los años 80-90 y a partir del 2006 fue cooptado por el  Estado y sus agencias que le emplea como  un operador de ciertos programas públicos.

@gestiondecambio