El municipio es el espacio
territorial que ofrece posibilidades institucionales óptimas para desarrollar
programas de formación ciudadana enfocados en la paz, la convivencia y la
cultura democrática entre los ciudadanos y ciudadanas. La Ley Orgánica del
Poder Público Municipal y la Ley de los Consejos Locales de Planificación
Pública establecen como obligación de los poderes públicos locales emprender
programas de formación ciudadana.
Algunos temas importantes para
el desarrollo de estos programas educativos son: la participación ciudadana, la
contraloría social, el diagnóstico y el presupuesto participativo. Además, las
alcaldías en cumplimiento de su función de agentes de promoción del desarrollo
económico pueden ofrecer capacitación para el emprendimiento popular y la
economía social y cooperativa.
Por otra parte, las alcaldías
pueden establecer alianzas con organizaciones no gubernamentales y el sector
empresarial para fomentar -mediante la educación-, valores como la justicia de
paz, la defensa de los derechos humanos y el cuido al medio ambiente. La
formación cívica en las alcaldías contribuye sin lugar a dudas a conformación
de una cultura democrática.
Un compromiso ético e ineludible
de los nuevos alcaldes y concejales debe ser impulsar y contribuir de manera
efectiva, es decir con inversión presupuestaria real para el desarrollo de
programas de formación ciudadana. La construcción de ciudadanía debe dejar de
ser una consigna propagandística para convertirse en una realidad democrática.